Reiteradas son las veces en las que el mundo se rió de los gallegos y esta no será la excepción. Estaba todo preparado para que Atenas sea la sede de una nueva edición de los Juegos Olímpicos, pero en España era furor la historieta de Mortadelo y Filemón, dos espías españoles camuflados que iban a intentar evitar un posible atentado, que iba a ser llevado a cabo por los Talibáñez, que eran como los Talibanes pero más pobres.
Las mascotas oficiales de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 eran Atena y Febo, en honor a Atenea y Apolo, porque eran los protectores de la Ciudad en el milenio pasado. Lejos de parecerse, Francisco Ibáñez hizo famoso a dos personajes que ya eran furor en España, pero con esta publicación terminó llegando a todo el mundo.
Mortadelo y Filemón ya tenían experiencia en los Juegos Olímpicos, porque ambos habían participado de pesima manera en Moscú 1980 y en Los Angeles 1984, en este último electrocutaron a todos los nadadores que estaban en la piscina. Fueron para salvar al mundo, pero terminaron perjudicandolo.
En los Juegos de Atenas los deportistas no querían que Mortadelo y Filemón sean parte de la delegación olímpica, es por eso que España compitió con un equipo suplente. En la vida real, el titular consiguió 19 medallas (3 de oro; 11 de plata; y 5 de bronce).
Los dos protagonistas de la historieta no pudieron ser parte del desfile de Apertura porque el avión que los trasladó hasta Grecia sufrió varios inconvenientes, entre ellos la inexperiencia del piloto en la altura.
Mortadelo y Filemón nacieron en 1958 y ambos eran parte de una agencia nefasta de detectives. Mortadelo no tiene dos dedos de frente, nada de sentido común, pero sin embargo tiene la capacidad de vestirse del cualquier cosa. En cambio, Filemón, es el jefe, el que la tiene más clara, aunque no le sobra mucho tampoco.
Atenas 2004 fue un éxito desde lo deportivo, pero desde lo económico los resultados están a la vista. Grecia es el país más desbastado de Europa.